Cómo Funciona un Tubo Radiante a Gas.

mo funciona un tubo radiante a gas — Guía técnica para responsables de mantenimiento y directores de planta

Cuando una nave tiene techos altos, puertas abiertas frecuentes o se busca calentar personas y procesos sin malgastar energía en calentar todo el volumen de aire, los tubos radiantes a gas son una alternativa técnica y económica que merece análisis serio. Te explicamos, desde la práctica y con detalle, cómo funciona un tubo radiante a gas, sus tipologías, ventajas, condicionantes de diseño, mantenimiento y criterios de selección.


Principio de funcionamiento.

Un tubo radiante a gas calienta por radiación infrarroja. La energía térmica generada por la combustión del gas se transmite a un elemento emisor (tubo o superficie), que emite radiación infrarroja hacia el suelo, las máquinas y las personas. Esa radiación calienta superficies (suelo, estructuras, cuerpos) directamente; el aire se calienta de forma secundaria por transferencia convectiva desde las superficies calentadas.

Componentes básicos:

  • Quemador (a gas natural o GLP) donde se produce la combustión controlada.

  • Tubo o elemento radiante (acero aluminizado u otro material con alta emisividad).

  • Reflector (dirige la radiación hacia la zona útil).

  • Chimenea/evacuación de humos en los modelos indirectos o recuperadores de calor en configuraciones avanzadas.

  • Sistema de control (termostatos, zonificación, moduladores de llama o válvulas con servomotor).

Existen dos familias principales: tubos radiantes directos (la combustión se realiza dentro del propio tubo y los productos de combustión se evacuan al exterior) y tubos radiantes indirectos o sistemas con intercambiador (la combustión calienta un fluido o la superficie sin mezclar humos con el aire tratado). La elección depende de requisitos de calidad del aire interior y regulaciones.


Tipos y configuraciones.

  • Tubos radiantes de tipo “piercing” / long-tube: tubos largos instalados a lo largo de la nave, generan una distribución uniforme de radiación.

  • Emisores de alta intensidad (short-wave): mayor potencia por superficie, penetración más directa; adecuados para espacios muy abiertos o con corrientes de aire.

  • Emisores de baja intensidad (long-wave): más suaves, idóneos para confort humano prolongado.

  • Sistemas indirectos con interacumulador: combustión separada; recomendados cuando es imprescindible no introducir humos ni NOx en la nave.

  • Radiantes con recuperación térmica: recuperan calor de los humos para precalentar aire o agua, mejorando la eficiencia global.


Ventajas principales frente a sistemas convectivos.

  • Eficiencia térmica focalizada: calientan personas y superficies con menor energía que sistemas que tratan todo el volumen de aire.

  • Respuesta rápida: radiación inmediata una vez el emisor opera.

  • Menor estratificación térmica: al calentar superficies y personas directamente, la temperatura a nivel ocupacional puede ser confortable sin calentar capa alta.

  • Idóneo para puertas abiertas: menos pérdida de confort al haber menor dependencia del aire recirculado.

  • Coste operativo competitivo: si se compara kWh térmico producido / coste de gas, suelen ofrecer ROI rápido en naves con uso intermitente o zonas puntuales.


Limitaciones y aspectos críticos de diseño.

  • Calidad del aire y combustión: los emisores directos generan productos de combustión (CO₂, NOx); verificar normativa local y requisitos de higiene. Para ambientes sensibles, preferir sistemas indirectos o control estricto de extracción.

  • Distribución de radiación: un mal ángulo o altura de montaje provoca zonas frías/calientes o deslumbramiento. Se requiere estudio de cobertura (isocinetas radiantes).

  • Seguridad: control de fugas de gas, detector de monóxido (CO) en zonas cerradas y cumplimiento normativo en ventilación y evacuación de humos.

  • Mantenimiento de quemadores y chimeneas: imprescindible para eficiencia, seguridad y emisiones.

  • Ruido y vibraciones: en instalaciones mal fijadas o con ventiladores auxiliares se puede generar ruido.


Criterios de dimensionamiento.

Para una aproximación inicial (insistir en estudio térmico a detalle):

  • Calcular carga térmica por zona (kW) según pérdidas térmicas (aislamiento, infiltración, puertas, procesos).

  • Determinar demanda ocupacional: número de personas, área de trabajo y tiempos de uso.

  • Seleccionar potencia radiativa por emisor: los fabricantes dan potencia útil (kW radiativos) y ángulo de cobertura.

  • Definir altura de montaje: normalmente 3–8 m para tubos en naves; la altura afecta potencia necesaria y distribución.

  • Zonificar: instalar por pasillos o zonas de trabajo, no necesariamente por planta completa.

Ejemplo orientativo: para una zona ocupada de 200 m² con pérdidas térmicas de 25 W/m² → demanda ≈ 5 kW. Si cada tubo aporta 2,5 kW útil radiativo a la zona, se necesitarían 2 tubos con solapamiento de cobertura.


Comparativa práctica.

CriterioTubo radiante a gasCalefactor de aire (rooftop / unit heater)Bomba de calor (aire)
Calentamiento focalizadoAltoMedioMedio
Eficiencia en puertas abiertasAltaBajaBaja
Control de humedadNeutralPuede secarPuede deshumidificar
Complejidad instalaciónBaja–MediaMedia–AltaAlta
Coste operativo (gas vs electricidad)Bajo-medio*AltoMedio–Alto
Adecuado para procesos sensiblesDepende (indirecto)Sí (si se filtra/recircula)

* Depende de precio del combustible y horas de funcionamiento; valorar con cálculos locales.


Mantenimiento y checklist operativo.

Plan mínimo recomendado:

  • Diaria: inspección visual, chequeo de alarmas, verificar ausencia de olores extraños.

  • Mensual: limpieza de reflectores, comprobación de electroválvulas y mm de presión gas.

  • Trimestral: revisión de quemador (ajuste de mezcla aire/gas), detección de fugas, comprobación de evacuación de humos en modelos directos.

  • Anual: prueba de combustión, limpieza profunda, verificación de detectores CO/NOx y calibración de controles.

Checklist para la instalación/prueba inicial:

  • Suministro de gas correcto y certificado.

  • Evacuación de humos dimensionada y conforme normativa.

  • Detectores de seguridad instalados y comunicados al BMS.

  • Ángulo y altura de montaje verificados con diagrama de cobertura.

  • Documentación y procedimientos de paro/arranque disponibles.


Buenas prácticas y errores comunes a evitar.

Buenas prácticas:

  • Zonificar y controlar por zonas ocupacionales.

  • Integrar termostatos a 1,5 m de altura en zonas de trabajo y sensores en el suelo (o sensores de radiación) para control más real.

  • Usar sistemas indirectos si el aire interior debe permanecer libre de productos de combustión.

  • Automatizar interbloqueos con ventilación y alarmas por CO.

Errores frecuentes:

  • Montar emisores demasiado altos sin aumentar potencia, causando frío en zona ocupacional.

  • No prever ventilación de seguridad en salas cerradas.

  • Falta de purga o mantenimiento del quemador generando mala combustión y emisiones.


Economía y retorno.

Para justificar económicamente:

  • Calcular ahorro energético comparando consumo gas vs consumo eléctrico alternativo (kWh térmicos equivalentes).

  • Incluir beneficios operativos: mayor disponibilidad de uso (menos turnos perdidos por frío), menor estratificación (menos consumo para mantener confort).

  • Evaluar CAPEX (equipo + montaje + evacuación) versus OpEx (coste gas, mantenimiento anual).

  • Estimar ROI/payback con sensibilidad a precio del gas y horas de uso.

En instalaciones con uso intermitente o con muchas aperturas (muelles), los tubos radiantes suelen mostrar paybacks cortos (frecuentemente < 24 meses), pero siempre debe calcularse con datos reales de la planta.


FAQs.

¿Es seguro instalar tubos radiantes en naves con personal?
Sí, si se sigue normativa: ventilación adecuada, detectores de CO y mantenimiento del quemador. Los sistemas indirectos aumentan seguridad si se requiere aire interior sin humos.

¿Pueden instalarse con puertas abiertas constantemente?
Sí. Su principal ventaja es el calentamiento focalizado que mantiene confort aún con puertas abiertas.

¿Requieren mucho mantenimiento?
Requieren mantenimiento periódico del quemador y limpieza de reflectores; el plan de mantenimiento es menos complejo que el de sistemas de compresión grandes, pero imprescindible.

¿Qué altura de montaje es óptima?
Depende del modelo y potencia; típicamente entre 3 y 8 m para zonas ocupacionales; en techos muy altos puede requerirse mayor potencia o emisores de mayor penetración.

¿Qué emisiones generan y cómo se controlan?
Generan CO₂ y NOx (en emisores directos). Control mediante ajuste de combustión, evacuación correcta y, si es necesario, optar por emisores indirectos o sistemas con recuperación.


Conclusión.

Los tubos radiantes a gas son una solución técnica madura y eficiente para calentar zonas ocupadas en naves industriales con techos altos o puertas abiertas. Funcionan mejor cuando se aplican con criterios de zonificación, control y mantenimiento adecuados. Antes de decidir, es imprescindible un estudio térmico in situ que calcule demanda, determine la zonificación óptima y modele el retorno económico.

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