Si estás imaginando un comando de élite al acecho de cualquier ráfaga, ventolera o borrasca para aprisionarla… olvídalo. Los captadores de viento son algo mucho más ingenioso, natura y tradicional, que, además de resultar beneficiosos para la salud, nos permiten ahorrar costes.
El aire acondicionado
Como lo conocemos hoy en día, se ideó en el siglo XX, pero, desde la Antigüedad, las civilizaciones han desarrollado métodos para combatir el calor. En las culturas propias de las zonas más cálidas, casi desérticas, estas tácticas no solo significaban una mejora de las comodidades diarias, sino que, en ocasiones, incluso, representaban preservar la vida.
En todo caso, muchas de estas técnicas eran tan acertadas que hoy siguen utilizándose. Los persas, por ejemplo, localizados entre los actuales países de Irán e Irak, idearon cisternas, depósitos de agua y captadores de viento para ventilar y refrescar los edificios.
Los captadores de viento son piezas arquitectónicas diseñadas para aprovechar todos los movimientos posibles de brisa y viento. Favorecen las corrientes de aire y el refresco natural que estas provocan en el ambiente de los edificios. Son varios los diseños aplicados a los captadores de viento o atrapavientos.
Además de diferentes diseños arquitectónicos, los hay unidireccionales, bidireccionales y pluridireccionales. Esta técnica cuenta con una función estética muy lograda. De hecho, muchos asocian los captadores de viento con las mezquitas y, aunque en las mezquitas se ha utilizado siempre esta técnica, antes de que existiera el Islam ya era sobradamente utilizada.
Estructuralmente, están divididos en cuatro canales y a través de dos muros en vertical, que van de una esquina a otra y se cruzan en el centro, como un aspa. Cuando el viento entra por los orificios exteriores, choca contra la pared frontal y penetra por el canal correspondiente. Son los huecos exteriores los que están decorados con paneles de yeso y dan personalidad propia a los atrapavientos.
Para su funcionamiento, se cierran todos los canales superiores, menos el que se encuentra en dirección al viento. Esto genera la ventilación necesaria, que refresca significativamente las partes inferiores de los edificios y crea corrientes de aire. Sin embargo, sin la estructura subterránea o qanat, todo este sistema no tendría ningún sentido. La piscina de agua (qanat), es la encargada de refrescar el aire que circula desde el exterior hasta las estancias.
Métodos tradicionales aun vigentes
Hay veces que parece que en nuestros edificios nos encontramos en un gran desierto. Calor y más calor asfixiante. Escasez de humedad. ¿La solución? La climatización por evaporación, también llamada enfriador del desierto o enfriador por aire húmedo.
El mecanismo es muy sencillo. Consiste en la transformación de agua líquida en vapor de agua. Este sistema consume menos energía que los que utilizan refrigeración convencional. Esto aportará a tu edificio ecológico una mayor eficiencia al menor coste. Además, en climas secos te ofrece la oportunidad de agregar humedad al aire y esto permite un mayor confort.
Para todas aquellas personas que no hayan sentido nunca la climatización evaporativa es posible que piensen que se trata de una tecnología muy nueva y que incluso les pueda sonar a cuento chino. Pues para nosotros es importante explicaros que el concepto de climatizadores evaporativos viene de tiempos muy antiguos, como por ejemplo los captados de viento sirios.
La instalación de air washers o torres de refrigeración húmedas en tu edificio emplea los mismos principios que los refrigeradores por evaporación. Ya sabes, transformación de agua líquida en vapor de agua.
Aunque en la foto quizás no se aprecie, los captadores de viento clásicos eran torres de refrigeración que además incorporaban telas húmedas, de forma que creaban corrientes de aire que ayudaban a extraer el calor del interior de las viviendas y grandes espacios. Así que los climatizadores evaporativos utilizan el mismo principio físico.
En definitiva, frío solar, combinación de energía solar con geotérmica, energía eólica y refrigeración por evaporación perfilan un edificio ecológico. Con una construcción respetuosa con el medio ambiente y la salud, ganarás en eficiencia y calidad de vida.
En Bioaire somos expertos en climatización evaporativa para entornos productivos e industriales. Podemos climatizar grandes espacios incluso con las puertas abiertas haciendo que el consumo energético sea realmente bajo. Si deseas más información solo tienes que contactar con nosotros.