La empresa Inquide está situada en Monzón y pertenece al grupo Fluidra. Se dedica a la fabricación de pastillas de cloro para piscinas. El centro de producción consta de un total de 2.500m2 y 9 metros de altura. En total fue necesaria la instalación de 9 climatizadores evaporativos industriales para refrigerar un total de 22.500 m3 de aire.
Hoy entrevistamos a Jordi Gimeno Pujol, responsable de planta para saber que como ha sido la experiencia de instalar y bioclimatizador industrial.
Hola Jordi ¿Cómo es el clima en Monzón?
El clima en Monzón es bastante extremo. En verano se pueden alcanzar temperaturas cercanas a los 40º con muy poca humedad relativa en el ambiente. Y en invierno estamos bajo cero la mayoría de días y tenemos que convivir con las nieblas y las heladas.
¿A qué os dedicáis en Inquide Monzón?
Fabricamos pastillas de cloro para piscinas. Nuestro principal problema es que durante la fabricación de este producto se produce mucho polvo, que en combinación con el sudor, provoca muchos picores en la piel y puede incluso provocar irritaciones que son muy molestas. Nuestros trabajadores han tenido que convivir con estas circunstancias a base de utilizar polvos de talco o cremas y sobre todo evitando trabajar durante las horas más fuertes de calor.
¿El calor condicionaba vuestra productividad?
Si. Durante muchos años hemos evitado el turno de tarde. Básicamente teníamos dos turnos: mañana y noche. Y en los días fuertes de calor era habitual para cada hora y media porque realmente trabajar a partir de ciertas temperaturas es muy duro. El año pasado, en 2015, tuvimos una punta de trabajo muy importante porque se produjo una ola de calor y hubo más demanda de pastillas de cloro para las piscinas y tuvimos que trabajar mañana, tarde y noche. Fueron jornadas de trabajo muy duras y fue entonces cuando decidimos que teníamos que hacer algo para mejorar las condiciones de trabajo en nuestro centro de producción.
¿Qué te ha sorprendido más de los climatizadores evaporativos industriales?
Había oído hablar antes de ellos, incluso tenía un evaporativo doméstico en mi casa y bueno…, me puse a buscar por Internet, di con vuestra empresa y me decidí a contactar con vosotros. A nivel económico lo que más me sorprendió el consumo. Me pareció realmente bajo comparado con el resto de sistemas de climatización industriales y sobre todo que pudiéramos trabajar con las puertas abiertas. También me sorprendió mucho el hecho de que la nave industrial tendría menos polvo.
Una vez instalado ¿Cuál fue vuestra primera reacción?
Quizás por novedad o desconocimiento, el hecho de climatizar una nave industrial con un sistema de ventiladores, aire húmedo y las puertas abiertas generó mucho escepticismo dentro de la empresa. Muchos pensaron que no tendría efecto alguno y que el calor continuaría, pero la verdad es que desde el momento en que se encendió el primero de los 11 empezamos a notar que el centro estaba más fresco. Fue genial comprobar como poco a poco la nave se iba climatizando y ver las caras de sorpresa de los trabajadores.
¿Cómo se trabaja actualmente en Inquide?
Nuestro centro de producción suele estar 12 o 13 grados por debajo de la temperatura exterior. Por ejemplo, si estamos a 38 grados fuera, dentro de la nave se consiguen temperaturas entre 25 y 26º y podemos trabajar con las puertas abiertas. Cuando sales del coche y te acercas notas como sale el aire frío del exterior. Pero no es sólo la temperatura, algo que nos ha sorprendido es que la nave esta mucho más limpia, el polvo se ha reducido muchísimo y la calidad del aire es mucho mejor.
¿Qué dicen los trabajadores?
No es frecuente que los trabajadores expresen abiertamente que están contentos con la empresa, pero en este caso todos están muy agradecidos y contentos porque la empresa ha instalado este sistema de climatización para ellos. Los niveles de productividad han subido porque ahora no es necesario para cada hora y media. Ahora realizamos turnos de mañana y tarde, incluso es frecuente ver a personas que se tapan o piden que bajemos el aire porque tienen frío. Estamos muy contentos porque la instalación de este sistema ha cambiado por completo la forma en como trabajamos.
¿Lo recomendarías?
Sí. Climatizar una nave industrial con más de 2.500m2 no es algo que se pueda hacer con tan bajo coste, trabajar con las puertas abiertas es básico para cualquier industria porque el transito de carretillas y camiones es inevitable. Además, en nuestro caso la calidad del aire ha mejorado muchísimo. Por supuesto que lo recomendaría.